Resultados de Laboratorio
Entre los años treinta y cuarenta, la tos ferina causó estragos en muchos países. Con la llegada de la vacuna, el índice de muertes ha disminuido pero aún es considerado como un problema importante en el mundo.
Personas de cualquier edad pueden desarrollar tos ferina, pero de un 100% de casos de tos ferina, el 50% se registra en niños menores de 4 años.
Transmisión
Un enfermo de tos ferina puede propagar las bacterias a través de las gotas de líquidos que se expulsan al toser o estornudar, y cualquier persona que se encuentre cerca podrá infectarse al inhalarlas.
A partir de la tercera semana la enfermedad deja de ser contagiosa.
Síntomas
Pueden aparecer de 7 a 10 días después de haberse expuesto a las bacterias de la tosferina y cada persona experimenta los síntomas de manera diferente.
Generalmente se desarrolla en tres etapas:
Primera etapa.- Se manifiesta como un resfriado presentando ojos llorosos, estornudos, falta de apetito, fiebre (es poco común), tos molesta y seca, primero por la noche y después durante el día, cada vez con mayor frecuencia.
Segunda etapa.- Ataque súbitos de tos, seguidos de un jadeo (esta inhalación apresurada y profunda produce un ruido agudo). Después de varias respiraciones normales, puede comenzar otro acceso de tos, donde se podrá expulsar una gran cantidad de moco espeso (que los bebés y los niños suelen tragar o que puede observarse como burbujas grandes que salen por la nariz).
Un acceso de tos prolongado o mucosidad espesa puede provocar vómitos.
Tercera fase.- Los ataques de tos se presentan con menor frecuencia y son menos graves; los vómitos disminuyen, y la persona puede empezar a sentirse mejor. Es posible que la persona presente algunos ataques de tos durante algunos meses.
Se debe acudir con el médico para establecer un diagnóstico ya que esta enfermedad se puede confundir con otras que tienen los mismos síntomas como la bronquitis, gripa, tuberculosis y otras infecciones virales.
Diagnóstico
El médico tomará algunas muestras de mucosidad de la nariz y la garganta con un hisopo pequeño que se enviará al laboratorio para su cultivo. Si la persona se encuentra en la fase inicial, el cultivo puede identificar las bacterias de tosferina en un 80 ó 90% de los casos. Los adultos y los adolescentes con esta enfermedad suelen transmitir la tosferina a los más pequeños que tardan más tiempo en recuperarse.
Tratamiento
Complicaciones
A consecuencia de la tosferina es común que se afecten los conductos respiratorios. En el caso de los niños se corre el riesgo de que puedan contraer neumonía, que en algunos casos puede ser mortal.
Cuando se presenta un ataque de tos, el aire puede ser expulsado fuera de los pulmones hacia los tejidos circundantes, y también los pulmones pueden sufrir una ruptura y colapsarse.
Un ataque de tos puede causar hemorragia en las membranas mucosas y ocasionalmente en la piel y el cerebro.
Algunas personas que llegan a padecer tosferina con frecuencia también llegan a presentar infecciones en el oído (otitis media).
Prevención
Los niños son inmunizados desde pequeños con la vacuna DPT o triple que se incluye en todos los esquemas básicos de vacunación.
Como medida preventiva las personas que conviven con pacientes con tosferina, deberán recibir tratamiento con antibióticos como eritromicina. Consulte a su médico.
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