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Padecimientos

Fascitis plantar, dolor de pies


Algunos deportistas de élite, como el futbolista David Beckham, han sufrido las molestias de la fascitis plantar. Se trata de una inflamación del tejido que cubre los músculos de la parte inferior del pie, una lesión muy común entre los atletas, pero también entre aquellos ???que no viven del deporte???. Si no se atiende a tiempo, los dolores pueden agravarse y causar gran malestar. Por ello, es importante acudir con un especialista cuanto antes.

Aunque en la actualidad se desconoce mucho de esta patología, según los especialistas, el 80% de los casos se resuelve en menos de un año. Además es muy frecuente y su origen es "multifactorial", comentan. La edad en la que suele presentarse es entre los 40 y 60 años; pero en el caso de deportistas, ésta se presenta en atletas más jóvenes.

Las causas del dolor

La aparición de esta enfermedad se relaciona con anomalías en la forma de caminar que pueden ser debidas a:

  • Problemas biomecánicos del pie, por ejemplo, un aumento en el arco longitudinal (lo que se conoce como pie excavado).
  • Exceso de peso.
  • El uso habitual de un calzado plano sin tacón o poca amortiguación.

Asimismo, un esfuerzo de repetición o continuo es otra de sus causas. Por este motivo, es frecuente que deportistas padezcan esta anomalía, debido al impacto repetido del pie en el suelo. Otro grupo de riesgo son las personas que permanecen muchas horas de pie.

¿Cuáles son los síntomas?

El principal síntoma de esta enfermedad es dolor en el talón al caminar, el cual se presenta más intenso por las mañanas y mejora a lo largo del día. Con reposo puede parecer que estas molestias se alivian, pero este retroceso del dolor es sólo aparente y, si no se trata, se volverá a presentar al iniciar las tareas habituales, incluso acompañado de una cojera. La dolencia es a menudo bilateral, pudiendo doler un pie más que otro.

El diagnóstico se puede realizar mediante la exploración del pie. En el primer examen se observará el estado del arco plantar interno, si el pie tiende a desviarse hacia dentro o hacia fuera, y si hay tirantez del tendón de Aquiles. Para hacer un diagnóstico acertado es indispensable la realización de una radiografía o una resonancia magnética.

Tratar o no tratar: hasta cuándo esperar

En principio se recurre a la reducción del número de horas en que la persona permanece de pie. También se suele cambiar el calzado y, si esto no es suficiente, se emplean plantillas para adaptar lo más posible la superficie de apoyo a la estructura del pie.

Asimismo, conviene reducir el sobrepeso para disminuir la tensión de la fascia plantar. Para aminorar el dolor se pueden prescribir antiinflamatorios. A veces se emplea una férula de uso nocturno que mantiene el pie extendido. Si a pesar de esto el dolor es agudo o resistente, las infiltraciones de esteroides pueden ser eficaces.

Cómo prevenirlo

  • Si existen sospechas de desequilibrios que hacen caminar al paciente de manera inestable o si se presenta un desgaste rápido en la parte externa del calzado o cualquier otra anomalía en éste, acudir con un especialista para una revisión.
  • Realizar ejercicios de calentamiento antes de efectuar cualquier actividad deportiva.
  • Mantener el peso óptimo; el sobrepeso aumenta el riesgo de esta lesión.
  • Evitar usar calzado que no tenga la adecuada amortiguación de impactos.



    NO OLVIDE CONSULTAR A SU MÉDICO