Resultados de Laboratorio
Pasar de la alegría a la tristeza y viceversa sin motivo aparente después del nacimiento del bebé puede ser uno de los síntomas de la depresión postparto. Entre el 10 y el 20% de las mujeres pueden presentarla durante algunas semanas o incluso hasta un año, provocando un abatimiento del ánimo en la madre tras el nacimiento de su hijo.
Entre los síntomas de la depresión post-parto se encuentran:
Causas
Algunas de las causas de la depresión post parto son:
La mayoría de los casos surgen en el primer mes tras el parto, aunque en ocasiones este trastorno puede presentarse hasta 6 meses más tarde.
Existen algunas mujeres que son más propensas a sufrir depresión post-parto, principalmente si:
Síntomas:
Tratamiento:
Lo más importante es reconocer y diagnosticar la enfermedad. Muchas mujeres no son conscientes de este padecimiento, pero en la actualidad ya existe una mayor concientización para el reconocimiento y tratamiento de la depresión en general y la depresión post-parto no debe ser una excepción.
Una vez que se sospecha la presencia de este trastorno, es importante que la madre exprese su sentir tras el nacimiento de su hijo. Si manifiesta sentirse triste, desesperada, irritable, incompetente, asustada o desinteresada por el bebé, debe aceptarse esto con una actitud comprensiva, no con alarma y reproches.
Finalmente, a pesar de que la depresión post-parto ya esté instaurada cuando se le diagnostique, no se desespere, el apoyo y el consejo de su médico, así como el apoyo de la familia y la medicación adecuada acelerarán su recuperación.
Cómo afecta al bebé
Según los especialistas, la depresión post-parto puede afectar a la relación entre la madre y su recién nacido, ya que rompe el vínculo natural y provoca un distanciamiento entre ambos. Si persiste, produce inseguridad en el bebé y un deterioro en su adquisición de conocimientos y aptitudes.
Asimismo, el recién nacido puede llegar a notar la sensación de ansiedad de su madre y aumentar sus demandas en forma de llantos, interpretados por la puérpera como una señal de su incompetencia. Por otro lado, no suele llegar al maltrato, puesto que se evita el contacto con el bebé y, además, en la mayoría de los casos los sentimientos ambivalentes se acompañan de un deseo de cariño hacia el niño.
Si la depresión se agrava de forma peligrosa, puede derivar en una psicosis puerperal, una enfermedad mental muy grave que se caracteriza por tendencias suicidas y la presencia de alucinaciones.